Diagnóstico precoz del cáncer: Cribado poblacional, detección selectiva de la población o screening

El cribado poblacional, detección selectiva de la población, screening o diagnóstico precoz del cáncer puede definirse como el conjunto de actividades aplicadas a grandes poblaciones no seleccionadas que tiene como objetivo detectar la enfermedad antes de que se manifieste clínicamente y así poder iniciar el tratamiento de forma precoz con el fin de mejorar el pronóstico.

Para que una enfermedad pueda considerarse objeto de cribado debe cumplir una serie de requisitos propuestos por Wison en 1988 y que se resumen en la tabla 1.

Tabla 1. Características de los estudios de screening

En relación a la enfermedad    

  • Fase presintomática identificable
  • Tratamiento eficaz
  • Problema de salud público

En relación a la población 

  • Definida y accesible

 En relación al programa 

  • Eficacia probada en  ensayos aleatorios
  • Planificación previa
  • Acceso a la población garantizado
  • Garantizar diagnóstico y tratamiento

En relación a la prueba

  • Eficacia
  • Sensibilidad
  • Especificidad
  • Valor predictivo
  • Reproducible, sencilla, segura y barata
  • Aceptada por la población y sanitarios

La efectividad del cribado para diagnóstico precoz del cáncer se ha demostrado de forma clara en tres tipos de tumores: cáncer de mama, de cérvix y colorrectal. Hay algunos cánceres en los que la evidencia existente no permite dar una respuesta clara sobre su efectividad como en el cáncer de próstata, piel, testículo y cavidad oral.

Por otro lado, hay grupos de riesgo elevado de desarrollar cáncer que pueden ser susceptibles de beneficiarse de actividades de cribado diferentes a las planteadas, como sucede en los casos de síndromes hereditarios de predisposición al cáncer.

En este sentido, en la última revisión de CECC, el punto 12 recomienda las siguientes pruebas de cribado que deberán ser articuladas en los programas de detección precoz del cáncer a través del Plan Integral del Cáncer del Sistema Nacional de Salud.

El beneficio del cribado para el diagnóstico precoz del cáncer ha de medirse por la reducción de la mortalidad y ha de confirmarse con la realización de un ensayo clínico controlado aleatorio que evite los sesgos de avance en el diagnóstico y el de duración de la enfermedad. Es importante tener en cuenta todos estos aspectos ya que un programa de cribado produce costes económicos, psicológicos y sociales derivados de la realización de pruebas diagnósticas innecesarias por los falsos positivos y su coste psicológico o la falsa seguridad de los falsos negativos. La relación entre el coste y la efectividad debe formar parte de la evaluación de todo programa de cribado antes de recomendar su aplicación.

Teniendo en cuenta estas consideraciones los tumores que se beneficiarían de un procedimiento de diagnóstico precoz se pueden dividir en tres grupos:

a) Tumores en los que está justificado la realización de diagnóstico precoz: cérvix uterino, mama y colon (según las recomendaciones del CECC). Que incluyen a toda la población.

b) Tumores sin justificación aún definida: próstata, pulmón, otros


c) Tumores en los que está justificado la realización de diagnóstico precoz en el contexto de un síndrome hereditario: mama y colon principalmente. Otros con menor evidencia: ovario, endometrio, próstata, gástrico, vías urinarias..

En la siguiente tabla (tabla 2) se enumeran algunas intervenciones propuestas en diferentes tumores y situaciones, recomendaciones propuestas por la Unión Europea, la Asociación Americana de Oncología (ACS) y la US Preventive Services Task Force (USPSTF).

Referencias

Más información en: SEOM.org