Vacunas personalizadas a partir de muestras tumorales tratadas biotecnológicamente.

Células Inmunitarias entrenadas con genes obtenidos del propio tumor podrían convertirse en una prometedora vía de tratamiento del cáncer.

Importancia de la Inmunoterapia contra el cáncer

El cáncer desarrolla a menudo resistencias a los tratamientos estándar.

Una técnica altamente personalizada está permitiendo a algunos pacientes con cáncer renal vivir casi tres veces más tiempo que normalmente. En un ensayo clínico de la empresa biotecnológica Argos Therapeutics, con 21 paciente, alrededor del 50% ha vivido más de dos años y medio tras el diagnóstico de un cáncer renal metastásico, 5 pacientes están vivos tras 5 años.

Estos resultados están por encima de lo esperable con cualquier terapia actual, y más de lo que cabría esperar de pacientes con factores pronósticos similares.

Estos hallazgos son parte de la ola de resultados positivos procedentes de los ensayos de inmunoterapia. Muchas compañías farmacéuticas, tanto grandes como pequeñas, están trabajando en tratamientos que instan al sistema inmunológico para atacar el cáncer. Existe una variedad de métodos. En algunos casos, como el del estudio sobre cáncer renal, se entrena a los linfocitos para detectar a la célula cancerosa entre sus vecinas sanas.

Inmunoterapia contra el cáncer “off-the-shelf”

La mayoría de las llamadas vacunas contra el cáncer son productos off-the-shelf que enseñan a las células inmunes a atacar aquellas células cancerígenas que llevan una proteína en particular. Dado que el cáncer es conocido por su tendencia a mutar, estas técnicas off-the-shelf puedan centrarse en una proteína que no existe en un paciente en particular.

Inmunoterapia contra el cáncer personalizada

La técnica que se está ensayando es la de obtener la vacuna a partir de una muestra del propio tumor.

Del material obtenido por cirugía se extraen los genes de las células tumorales. La colección de genes activos se convierte, entonces, en una vacuna para el sistema inmunológico del paciente. Dos o tres semanas después de la cirugía, se recogen los linfocitos de la sangre del paciente, se modifican con los genes tumorales y se tratan para que “aprendan” a atacar las mutaciones encontradas específicamente en las propias células cancerosas del paciente. Las células, entonces, alertan a otras células del sistema inmune para atacar el cáncer.

Para poder demostrar que este tratamiento es eficaz, está programado realizar un ensayo clínico aleatorizado con más de 450 pacientes (Estudio ADAPT), y comprobar si es capaz de reproducir los resultados obtenidos en el ensayo clínico pequeño.

estudio ADAPT