Las personas con cáncer que dejan de fumar experimentan muchos beneficios físicos y psicológicos que mejoran el tratamiento del cáncer y su salud general. Se ha demostrado que los beneficios de dejar de fumar, inlcuso tras el diagnóstico de cáncer:

Beneficios de dejar de fumar

Mejora las tasas de sobrevida.

En general, los estudios han demostrado que un período más largo entre dejar de fumar y el inicio del tratamiento para el cáncer se asocia con un mejor pronóstico (probabilidad de recuperación). Dejar de fumar puede disminuir el riesgo de efectos secundarios producidos por el tratamiento y tiene la probabilidad de mejorar la efectividad del tratamiento.

Disminuye el riesgo de cánceres secundarios.

Dejar de fumar, incluso si se hace en el momento del diagnóstico, puede disminuir significativamente el riesgo de desarrollar cánceres secundarios (cánceres que se desarrollan por el tratamiento para el primer cáncer). Sin embargo, el período de tiempo y la cantidad que una persona fumó también influye en el desarrollo de dichos cánceres.

Mejora la calidad de vida en las personas con cáncer.

La calidad de vida se ha demostrado que es menor entre los fumadores en la población general así como entre las personas con cáncer en comparación con los no fumadores y los ex fumadores. En un estudio, las personas que recibieron tratamiento por cáncer de cabeza y cuello y además eran ex fumadores tenían una calidad de vida significativamente más alta después de un año de seguimiento, en comparación con los pacientes que no habían dejado de fumar.

Muchas personas con cáncer pueden sentirse culpables o ansiosos por su hábito de fumar y quizás sientan que los demás los juzgan o que reciben menos apoyo por su cáncer. Es importante saber que abandonar el hábito resulta útil en cualquier momento, y que los profesionales de atención médica pueden ayudar cuando una persona desea dejar de fumar.