Alguna vez hemos escuchado que el consumo de fibra es bueno para la salud, además de ser uno de los pilares fundamentales de una alimentación sana y equilibrada, pero ¿en que medida esto es cierto?, ¿hay datos o estudios que lo apoyen? Al menos en lo que respecta al cáncer colorrectal, si. Una revisión sistemática de los estudios científicos llevada a cabo recientemente por los Doctores Baena y Salinas, así nos lo revelan.

La importancia de la fibra sobre el riesgo de cáncer colorrectal

El consumo de frutas, verduras y cereales de grano entero proporcionan la cantidad de fibra necesaria para nuestro cuerpo, de las cuales, la recomendación oscila entre los 21 y 38 gramos al día.

De los estudios revisados, el efecto protector de la fibra se asocia principalmente al Cáncer Colorrectal (CRC). Podemos encontrar estudios con resultados positivos de hasta un 25% de disminución del riesgo de cáncer para las ingestas entre 33,1 y 12.6 gramos al día. En 2011, el WCRF (World Cancer Research Fund)/ AICR (American Institute for Cancer Research) elevó la evidencia de la acción protectora de la fibra contra el cáncer colorrectal [1].

Los Mecanismos de acción que se proponen para explicar los efectos de fibra sobre el cáncer colorrectal (Figura 1), consisten en una serie de acciones que juntas podrían explicar los beneficios de la fibra no sólo en el cáncer, sino también en la diabetes o la enfermedad inflamatoria intestinal [2].

mecanismo de acción de disminución riesgo de cáncer colorrectal por la fibraFigura 1.- Esquema de los mecanismos potenciales de protección por los que la fibra puede actuar en la disminución del riesgo de contraer cáncer colorrectal.

Para estudiar el efecto de la fibra sobre el cáncer colorrectal se han teniendo en cuenta los hábitos alimentarios de la población en aspectos tan específicos como la presencia de la cáscara de los cereales, el grado de procesamiento de los alimentos, los efectos sobre el sistema inmunológico o la composición de la flora microbiana del colon [4,5]

La importancia de la flora microbiana intestinal

La flora microbiana intestinal ofrece más funciones metabólicas para el anfitrión, realizando o complementando algunas acciones esenciales que afectan al metabolismo o, incluso, al sistema inmunitario [6]. El tipo de dieta o sus modificaciones parecen influir en la composición del ecosistema intestinal.

Alteraciones en la flora intestinal son potencialmente responsables de la carcinogénesis mediante la inducción de un estado inflamatorio, la biotransformación de procarcinógenos de la dieta y la producción de genotoxinas. Un desequilibrio entre los metabolitos “protectores” producidos por la flora intestinal tales como ácidos grasos de cadena corta (ácido butírico, ácido propiónico, etc.) o ácido fólico (que son características de las dietas altas en fibra, frutas y verduras) y los metabolitos “tóxicos” tales como nuestros ácidos biliares secundarios (ácido desoxi-cólico), compuestos nitro y ácido sulfhídrico (característico de las dietas altas en grasas, carnes rojas y/o procesadas) pueden tener un impacto en el riesgo de cáncer colorrectal [7].


Bibliografía

[1] WCRF/AICR: Colorectal Cancer Report. Food, nutrition, physical activity and the prevention of colorectal cancer 2011. This report provides the recent evidence on colorectal cancer from the Continuous Update Project
[2] Romaneiro S, Parekh N. Dietary fiber intake and colorectal cancer risk. Top ClinNutr 2012;27(1):41–7.
[3] Aune D, Chan DSM, Lau R, et al. Dietary fiber, whole grains, and risk of colorectal cancer: systematic review and dose-response meta-analysis of prospectivestudies. BMJ 2011;343:d6617.
[4] Vaisman N. A new era of fibers in the prevention of colorectal cancer. Curr Colorectal Cancer Rep 2011;7:58–61.
[5] Andersen V, Egeberg R, Tjonneland A, Vogel U. Interaction between interleukin-10 (IL-10) polymorphisms and dietary fibre in relation to risk of colorectal cancer in a Danish case-cohort study. BMC Cancer 2012;12:183.
[6] Tremaroli V, Bäckhed F. Functional interactions between the gut microbiota and host metabolism. Nature 2012;489(7415):242–9.
[7] Kishore Vipperla K, O’Keefe SJ. Intestinal microbes, diet, and colorectal cancer. Curr Colorectal Cancer Rep 2013;9:95–105.
[8] Baena R, Salinas P. Diet and colorectal cancer. Maturitas (2015),
http://dx.doi.org/10.1016/j.maturitas.2014.12.017