Opinión del experto

En Julio de 2014  la mayoría de periódicos, nacionales y locales, se hacían eco de un articulo publicado por el Dr. J. Cuzick en la prestigiosa revista Annals of Oncology. En el artículo “Estimates of benefits and harms of prophylactic use of aspirin in the general population“, cuya última revisión se publicó en Junio de 2015,  se reportaba que el uso diario de la aspirina tenia efectos preventivos sobre el desarrollo de determinados tipos de cáncer.

Quizás, lo mas importante de aquel estudio era que por primera vez se demostraba que, a largo plazo, el beneficio de prevenir determinados tipos de cáncer es superior al riesgo, hasta el punto que los autores afirmaban que la toma diaria de aspirina era lo mas importante que podíamos hacer para reducir la incidencia de cáncer, después de dejar de fumar y evitar la obesidad….. y posiblemente mas fácil de implementar.

Este estudio demostraba que las personas entre 50-65 años, que tomaban aspirina diaria a dosis bajas (100 mg/día), durante 10 años, tenían una disminución del 9% de las posibilidades de presentar cáncer y ataques cardiovasculares en los hombres y de un 7% en las mujeres y por tanto ser capaz de disminuir la mortalidad.

Pero todo esto no era nuevo. Hace ya mucho tiempo que se conocían los efectos de la aspirina en la prevención de ataques cardiacos y del desarrollo de cáncer, sin embargo su uso no se ha extendido ampliamente debido a los efectos secundarios que presenta. Un estudio publicado en la revista del Instituto Nacional del Cáncer de USA (JNCI), mostraba que la toma diaria de aspirina disminuía la incidencia de cáncer digestivo (colon, esófago y estomago) en un 40%, con una disminución de la mortalidad del 16%. También se ha demostrado un efecto beneficioso, aunque mas pequeño, de la aspirina en la prevención de cáncer de mama, pulmón y próstata.

Precaución

Sin embargo, la toma diaria de aspirina conlleva un riesgo moderado de efectos secundarios importantes, como la hemorragia cerebral y la hemorragia digestiva, capaces “per se” de provocar aumento de mortalidad, sobretodo en personas mayores de 70 años. Por todo ello, no hay que minimizar el riesgo que supone la toma diaria de aspirina y su uso debería realizarse en un contexto individual, tras un análisis personal del riesgo/beneficio de cada individuo.

Bibliografía

J. Cuzick J, Thorat MA, Bosetti C, et al: Estimates of benefits and harms of prophylactic use of aspirin in the general population. Ann Oncol (2015) 26 (1): 47-57.doi: 10.1093/annonc/mdu225