Los beneficios del ejercicio físico para los pacientes con cáncer son bien conocidos; pero tras un diagnóstico de cáncer, los pacientes encuentran razones para disminuir su nivel de actividad. Se han encontrado 4 factores que disminuyen la actividad física del cáncer.

Impacto de la actividad física en el tratamiento del cáncer

Si bien la actividad física se ha considerado durante mucho tiempo como un elemento importante para la prevención del cáncer o la disminución del riesgo, los datos que van apareciendo demuestran que la actividad física es beneficiosa, también, para los pacientes sometidos a tratamiento.

Muchas personas asocian el tratamiento del cáncer con la necesidad de descansar, pero nuevos estudios nos van diciendo que las formas moderadas de actividad física no sólo pueden ayudar a los pacientes a sentirse mejor, sino también, en algunos casos, a mejorar los resultados de su tratamiento.

El Estudio

El estudio se realizó mediante una encuesta única entre 662 pacientes con cánceres comunes que estaban siendo tratados en las instalaciones del área de Filadelfia.

Los investigadores descubrieron que el 75% de los encuestados informó que habían disminuido sus niveles de actividad física desde que recibieron un diagnóstico de cáncer, mientras que el 16% mantuvo los niveles de actividad de antes del diagnóstico y sólo un 4% aumentó su actividad física.

Entre todos los factores que afectan a esta disminución de actividad, se identificaron barreras psicológicas, como la dificultad para obtener motivación y el permanecer disciplinado, o barreras físicas, como la fatiga y el dolor asociados a los tratamientos del cáncer.

Factores que disminuyen la actividad física en el cáncer

  1. Motivación
  2. Disciplina
  3. Fátiga
  4. Dolor

El 71% de los pacientes dijeron que tenían dificultades para motivarse, y el 65% citó problemas para seguir siendo disciplinados. Los pacientes también reportaron barreras más conocidas para la actividad física, como fatiga (78%) y dolor (68%).

Los efectos secundarios del tratamiento del cáncer como la fatiga y el dolor se pueden abordar con relativa facilidad, pero las otras razones por las que los pacientes no se ejercitan pueden ser más complicadas, y debemos enfocarnos en ellas también.

¿Qué podemos hacer?

Las guías de práctica clínica de ASCO recomiendan estimular a todos los pacientes a seguir un nivel moderado de actividad física después del tratamiento contra el cáncer (por ejemplo, 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado por semana).

La actividad física moderada incluye: pasear, pasear el perro, cuidar el jardín, realizar las labores del hogar, yoga moderado, etc.

Referencias

Alse Fisher. “Three-Quarters of Patients Report Decreased Physical Activity After a Cancer Diagnosis; Contributing Physical and Psychological Factors Identified”. ASCO News Releases. Jan-23, 2017.

Sally A. D. Romero, Qing Susan Li, Jun J. Mao. “Factors and barriers associated with changes in physical activity after cancer diagnosis“. J Clin Oncol 35, 2017 (suppl 5S; abstr 162).