Una nueva investigación demuestra cómo la grasa contenida en la “dieta occidental”, en combinación con factores genéticos, pueden aumentar el riesgo de que el cáncer de próstata se propague.

Los resultados de la investigación publicada por el Dr. Ming Chen, del equipo de investigadores liderado por el Dr. Pier Paolo Pandolfi (Cancer Research Institute, Harvard Medical School, Boston, USA), en Nature Genetics, bajo el título de “An aberrant SREBP-dependent lipogenic program promotes metastatic prostate cancer” arrojan nueva luz sobre la compleja interacción entre los genes y las grasas en la dieta, así como el papel que pueda tener esta dinámica sobre las metástasis del cáncer de próstata.

El cáncer de próstata y la “dieta occidental” rica en grasas

En general, se postula que la denominada “dieta occidental”, rica en grasas puede promover la progresión del cáncer de próstata, sin embargo, hasta la fecha no tenemos una evidencia científica directa que demuestre una fuerte asociación entre los lípidos de la dieta y el cáncer de próstata.
Exsite una variedad de estudios que apuntan a una relación entre la dieta rica en grasas y el desarrollo del cáncer de próstata o del cáncer colorrectal.
Algunos de estos estudios sugieren que los hombres que siguen una dieta rica en grasas tienen hasta dos veces y media más riesgo de morir de cáncer de próstata que los que siguieron una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros, como la dieta mediterránea, que se ha visto que disminuye el riesgo de otros tipos de cáncer.
El Dr. Pandolfi y su equipo, mientras investigaban los culpables genéticos de la propagación de la enfermedad, encontraron evidencia adicional de que la dieta rica en grasas impulsa las metástasis del cáncer de próstata.

La droga anti-obesidad que detiene la producción de grasa

Los científicos sabían que el gen PTEN desempeña un papel clave, ya que se observa que está ausente cuando el cáncer se propaga. Sin embargo, los estudios también demostraron que la pérdida de este gen no eras suficiente para desencadenar la metástasis por sí sola.
El Dr. Pandolfi y su equipo analizaron los datos genómicos disponibles en tumores para ver si hallaban algún otro gen que colabore con PTEN para causar metástasis. Descubrieron que la LMP, otro gen supresor de tumores, fue encontrado en tumores de próstata no metastásicos y no se encontró en aquellos tumores que se propagan.
Es importante destacar que, al analizar los tumores matastásicos, encontraron que sus células producían cantidades anormalmente altas de grasa.
La conclusión es que si hay un interruptor, y tal vez hay un fármaco con el que poder bloquearlo, podríamos evitar la metástasis o incluso curar el cáncer de próstata metastásico.
Los investigadores aplicaron una droga anti-obesidad llamada “fatostatina” a ratones alimentados con dieta baja en grasas y produjeron el bloqueo de la lipogénesis y los tumores redujeron su producción de metástasis.

La dieta occidental puede conducir a la metástasis

Cuando los científicos aumentaron la cantidad de grasa en la dieta de los ratones crecieron sus tumores metastásicos.
Esto apunta a la dieta alta en grasas como un factor principal de riesgo de la propagación del cáncer de próstata.
Los resultados también abren el camino de nuevas terapias, mediante el uso de fármacos que bloquéen la grasa, o por medio de intervenciones dietéticas.

 

Referencias

  1. Sandou A. How dietary fat helps prostate cancer to spread. Medical News Today. Jan 2018
  2. Cheng M et al. An aberrant SREBP-dependent lipogenic program promotes metastatic prostate cancer. Nature Genetics (2018). doi:10.1038/s41588-017-0027-2