Hace 1 mes acudí como invitado a Miami, a la 20 reunión de la NCCN (National Comprehensive Cancer Network) y donde firmamos un acuerdo de colaboración entre la NCCN y la Fundación ECO (Fundación para la excelencia en Oncología), de la cual tengo el honor de ser su Vicepresidente. Como no podía ser de otra forma, la reunión fue todo un éxito y durante la misma se hizo una magnifica puesta al día de la mayoría de los cánceres.
La Sociedad Americana de Cáncer (ASCO) acaba de publicar un artículo en la revista “The ASCO Post “20 Years of NCCN: The Best Is Yet to Come”, y donde se resume la gran labor que este grupo americano ha hecho, y continua haciendo, por mejorar la calidad de la asistencia oncológica y que ha convertido su Guía de Práctica Clínica en un referente mundial para los tratamientos oncológicos.
La NCCN fue fundada por un grupo de líderes visionarios que se reunieron hace 20 años para asegurar el acceso de los pacientes con cáncer a un tratamiento de alta calidad. Aquel grupo inicial provenía de 13 centros académicos que tradicionalmente competían tanto por la financiación, como por el profesorado, los estudiantes o los pacientes y que ahora trabajaban juntos. Ese enfoque de compromiso con el paciente fue fundamental para la fundación de la NCCN, que continúa hoy, con una alianza de 26 centros de cáncer.
El primer conjunto de Guías (NCCN Guidelines) de Oncología se desarrollaron en 1996, con el objetivo de ofrecer unas guías clínicas prácticas que aseguraran que los centros de cáncer fueran a tener un papel principal en el tratamiento del cáncer y así, convencer a los contribuyentes de que podíamos proporcionar una atención eficaz y eficiente.
Las primeras Guías fueron muy simples en comparación con las actuales y tanto la base científica y como el rigor con el que se desarrollaron fueron evolucionando rápidamente. Por ejemplo, las primeras guías fueron respaldadas con una bibliografía que presentaba un total de 104 referencias, mientras que en las mas recientes se citan 3.772.
Desde el principio se proporcionaron las Guías de forma gratuita en Internet, y como resultado de esa política, sólo en 2014, se obtuvieron 6 millones de descargas.
Otra de las características singulares de NCCN es que los paneles de expertos no se limitan a expertos médicos, si no que también incluyen portavoces que defienden el punto de vista del paciente.
Las recomendaciones elaboradas mediante la discusión en el seno de estos paneles de expertos, se apoyan mediante la asignación de niveles de evidencia científica y se representan de manera gráfica, en forma de árbol de decisiones que recorren todo el cuidado de la enfermedad. Este algoritmo, así creado, representa un desarrollo lógico e intuitivo de las opciones asistenciales de la enfermedad, que se ha materializado en una rápida adopción de las guías por su utilidad clínica.
El futuro de NCCN: Lo mejor está por venir
NCCN e IBM están desarrollando una base de datos digital que dotará a las Guías de nuevas capacidades que facilitarán la toma de decisiones.
También se verán mejoradas las descripciones de eficacia, seguridad, calidad de datos y costo para obtener “bloques de evidencia”, que empleando una escala de 5 puntos (para eficacia, seguridad, calidad, consistencia de los datos, y asequibilidad) puedan ayudar a oncólogos, proveedores y pacientes a comprender y seleccionar entre las diferentes opciones de tratamiento, basándose en los factores que más importan para el individuo.
Por último, otra de las iniciativas de futuro de la NCCN es la segmentación de las Guías por nivel adquisitivo. Casi la mitad de los usuarios de las Guías residen fuera de los Estados Unidos, y muchos, en áreas con bajos recursos. Por ello se van a personalizar recomendaciones de acuerdo a diferentes niveles adquisitivos. Esto hará que se presenten Guías adecuadas para casi todas las partes del mundo.
